En el mes de mayo se firmó el contrato para la reactivación de la Planta Industrial de Agua Pesada en el Ministerio de Economía de la Nación, con la presencia del Ministro Sergio Massa, el Gobernador Omar Gutiérrez, el Gobernador electo, Rolando Figueroa, representantes de ENSI, la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería Sociedad del Estado y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), para permitir que vuelva a producir agua pesada. El acuerdo es para el mantenimiento, acondicionamiento y una nueva puesta en marcha en 2025.
En una reciente visita, el Secretario Ejecutivo Germán Bakker, mantuvo un encuentro con la Presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Adriana Serquis y el secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e innovación de la Nación y Vicepresidente de la CNEA, Diego Hurtado, en la Planta de Arroyito.
Nuestro país tiene tres centrales nucleares, Atucha I, Atucha II y Embalse, que utilizan uranio natural como material de fisión que necesita de agua pesada para funcionar. Por ello, para poder asegurarse el abastecimiento y no depender de otros países, en la década del 70 la Comisión Nacional de Energía Atómica desarrolló un plan para producir este insumo estratégico. Como parte de este plan se levantó la Planta Industrial de Agua Pesada en Arroyito.
Se trata de un insumo producido por muy pocos países, cuya fabricación requiere mucha energía y que es imprescindible para el funcionamiento de los reactores nucleares que utilizan uranio natural como combustible. Parte de esa producción será para cubrir la demanda de las tres centrales nucleares argentinas, la otra, para ser exportada, ya que durante los últimos años el agua pesada se ha convertido en un insumo muy demandado a nivel mundial.
Bakker comentó que visitaron la PIAP “con el objetivo de ir tomando conocimiento de la puesta en marcha del plan de mantenimiento, con la idea de tenerla en condiciones para volver a producir y abastecer la demanda de agua pesada para las centrales nucleares de nuestro país”, expresó que empezarán a “visualizar las necesidades de formación de recursos humanos, altamente especializados que demandará una planta como esta, una vez que esté en condiciones de empezar a operar nuevamente”.
Por su parte, Diego Hurtado mencionó que “nos reunimos con representantes de ANIDE, en la PIAP de CNEA, para informarles, in situ, del estado actual de la planta y del plan de reacondicionamiento para su puesta en marcha”, dijo que “intercambiamos ideas sobre cómo se continúa con el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, en especial en la dirección de fortalecer las Agendas Estratégicas Provinciales. Coincidimos en la importancia de que Argentina necesita gobiernos que valoren y sostengan estas políticas en los próximos años”.
Luego del encuentro, Adriana Serquis también se refirió al respecto, “fue un placer recibir al equipo de trabajo de la Agencia Neuquina de Innovación para el Desarrollo en la Planta Industrial de Agua Pesada de CNEA. Agradecemos la visita y el interés que tienen por el desarrollo del sector nuclear y por tratar de comprender todas las capacidades y posibilidades que tenemos desde esta planta. Esperamos poder trabajar en conjunto en el futuro, tanto sea para el desarrollo de la fabricación de agua pesada como para las otras posibilidades que tiene la planta y probablemente algunos otros proyectos que nos vinculan con la provincia”.
Una Planta con la tecnología más avanzada
Está dedicada a la producción de agua pesada, un insumo básico para las centrales nucleares que producen energía eléctrica. Todas las centrales nucleares del mundo tienen dos tipos de tecnología, utilizan agua natural y uranio enriquecido, o utilizan agua pesada y uranio natural. Argentina ha decidido utilizar tecnología de agua pesada y uranio natural, o simplemente levemente enriquecido.
El Jefe de Tecnología e Ingeniería de la Comisión Nacional de Energía Atómica en la PIAP, el ingeniero químico José Luis Aprea, mencionó que “la planta, actualmente, está en un proceso de actualización de todos sus elementos y componentes, en un contrato que finaliza hacia fines del 2024, para que, de manera segura, después de haber revisado absolutamente todo, se pueda lograr volver a poner en marcha y producir agua pesada a partir de abril de 2025”.
Explicó que la planta de Arroyito, con respecto a otras similares en el mundo, “no tiene comparación en cuanto a tecnología, es la más moderna que se utiliza en el mundo para la producción de agua pesada, la más avanzada, si bien hay otras plantas en distintos lugares del mundo, son muy pocas. Existen en Canadá, Rumania, India, Argentina y algunos otros países, pero básicamente las que están operativas actualmente son las de India y las plantas de nuestro país, esta exclusivamente”.
La Planta Industrial de Agua Pesada es operada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería Sociedad del Estado, en convenio con la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Gobierno de la Provincia del Neuquén. Tiene como propósito producir y comercializar agua pesada utilizada como moderador y refrigerante en los reactores nucleares argentinos que utilizan uranio natural como combustible.