La jornada, denominada “La vida en exomundos y el telescopio Webb”, fue a través de una propuesta del docente Jorge Álvarez, quien se contactó con ANIDE que organizó la actividad junto a la Facultad de Ingeniería, de la UNCo.
Beatriz García es docente de la Universidad Tecnológica Nacional en Mendoza, integrante del CONICET, autora de más de 60 artículos de educación y de 80 de investigación en la materia, de 14 libros y creadora del Planetario para Ciegos. Desde hace muchos años viene realizando difusión de la astronomía, a través de cursos de capacitación con docentes de escuelas primarias, secundarias y universitarias en temas de astronomía y astrofísica.
Natalia Bosch Ponzetti, coordinadora de políticas y planes de innovación, ciencia y tecnología explicó que “esto surgió como respuesta, a una demanda específica respecto de la ciencia en colegios técnicos, hay un renovado interés gracias a la utilización de las nuevas tecnologías por la astronomía”.
Por su parte, la decana de la Facultad de Ingeniería, Ana Basset, dijo que “es un honor tener a Beatriz García, una investigadora, astrónoma, docente de alma, no es un tema del que puedan escuchar hablar todos los días, abre a nuevos mundos”.
García en su disertación explicó sobre las investigaciones que se realizan, en la vida fuera de la Tierra, en los denominados exoplanetas (aquellos que están orbitando en torno a otras estrellas), además habló sobre las características del telescopio Webb, de gran resolución y que puede aportarnos mucha información.
Al respecto del telescopio James Webb, dijo que es uno de los más modernos que está en el espacio actualmente, “hay muchos telescopios en el espacio, el Hubble fue uno de los primeros, le siguieron otros instrumentos absolutamente espectaculares que no tienen tanta prensa, como el Chandra que observaba en la región de rayos X y el Spitzer, que lo hacía en infrarrojo. Ninguno de estos exceptuando el Hubble, sigue en funcionamiento, ya están superados por otros”.
En otro momento de su disertación explicó cómo hacer para observar el universo profundo, “hay una pequeña región que es lo que el ojo humano puede detectar, lo que los telescopios tradicionales observan, pero si quiero ver más allá de los rangos de energía que van entre el violeta y el rojo, necesito crear detectores especiales, si quiero observar ultravioleta, rayos X, debo poner un telescopio en el espacio”.
Acerca del universo en el que vivimos que tiene alrededor de 13.800 millones de años expuso que “una de las cosas que se quieren verificar es precisamente qué edad tiene el universo, para eso hay que observar objetos lejanos, hay que medir sus velocidades, porque a partir de ello uno puede extraer de dónde viene”.