Los premios Neo Futura son un reconocimiento a la innovación con impacto social y productivo. La convocatoria nacional de Periferia está destinada a proyectos de tecnología e innovación destinados a visibilizar el rol del conocimiento en la actividad productiva, tuvieron la participación de un jurado de periodistas reconocidos en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación.
La iniciativa tiene el foco en el reconocimiento de aquellos proyectos en los que el conocimiento genera agregado de valor científico-técnico para derivar en iniciativas con impacto social y productivo. Allí, el rol de las universidades y los centros de investigación son claves, pero también el paso a la etapa de proyecto que involucra un impacto más allá del laboratorio.
El concurso se divide en ocho categorías: tecnología, defensa y ciberseguridad; tecnología y salud; movilidad sustentable; E-Sport & Gaming; inteligencia artificial y robótica; desarrollo aeroespacial y satelital; energías renovables y agrotecnología + BIO. Alejandro Álvarez ganó en la categoría “Energías Renovables” por su proyecto de implementación de un laboratorio (sobre vivienda real sustentable) para ensayos de materiales, sistemas de energía y estrategias de alta eficiencia energética, mediante técnicas de gestión de la energía.
El proyecto incluye diseño, construcción y posterior evaluación mediante mediciones y procesamiento de datos para una vivienda familiar o de alojamiento turístico de bajo impacto, acerca de su idea, explicó que se trata de una vivienda basada “en contenedores marítimos, una casa sustentable y sostenible, la innovación es que se convertirá en un laboratorio de ensayos de materiales desde el punto de vista de la eficiencia energética”.
Dijo que “en Argentina el 60 por ciento de la energía se produce a partir de fuentes térmicas contaminantes con una importante huella de carbono, en el ámbito residencial ese porcentaje de la energía promedio del país que se consume en una vivienda familiar está destinada al acondicionamiento térmico, refrigeración y calefacción”. Por ello, expresó que “hay mucho trabajo por hacer, tanto en términos de diseño y materiales, como también culturales, de la conducta de los propietarios de la casa en cómo gestionan esa energía, también la gestión del proyecto a la hora de diseñar y construirlo”.
Señaló que “hay una gran cantidad de materiales que están certificados en términos de eficiencia energética, coberturas de alto desempeño, materiales aislantes, pero nunca se ensayó todo integrado, cada material tiene su propio desempeño que está estudiado, certificado y documentado, no se ha trabajado mucho en integrar todo y medirlo con instrumental, todos esos materiales formando parte de una vivienda”.
Acerca de su alcance, indicó que pretende que no se limite solamente a viviendas familiares, sino que apunta también hacia el turismo, “las cabañas, el turismo rural, que también pueda recibir este aporte que estamos tratando de generar y que puedan sumarse al turismo sustentable, está en una instancia de proyecto”.
Sobre la continuidad, explicó que luego de tener diseñada la vivienda con una alta eficiencia, en cuanto a la aislación térmica y acústica, quiere incorporar, en una segunda etapa, energía renovable y generación fotovoltaica, después realizar una serie de mediciones de los consumos de energía vinculados a la situación climática.
El objetivo es poder generar conocimiento para que cualquier persona que piensa en diseñar una casa para vivir, de fin de semana o cabañas para turismo, pueda tener información de cómo es mejor construirlo, más allá del asesoramiento de arquitectos especializados en este tema, desde un lugar entendible para el público en general.
Dijo que “Neuquén ha sido pionera en el uso de energías renovables, a finales de la década del 80 se comenzó a instalar paneles fotovoltaicos en las escuelas rurales del norte neuquino, después se fue desarrollando, con distintos grados de avance, la utilización de energía solar y eólica para satisfacer necesidades puntuales (casas, puestos, estancias, escuelas, repetidoras de televisión, telefonía), ahora entramos en la etapa de los parques solares y los parques eólicos, la generación con renovables en red”.
Por último, se refirió al cambio climático y mencionó que “está generando riesgos y amenazas, hay problemas serios por el aumento global de la temperatura, las sequías, tormentas, inundaciones, es fundamental una transición energética hacia las energías limpias”.
Alejandro Álvarez
Es ingeniero electricista electrónico, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba. Radicado desde 1990 en la provincia del Neuquén, trabajó en la Dirección Provincial de Telecomunicaciones, actualmente la Oficina Provincial de Tecnologías de la Información y la Comunicación (OPTIC). Es consultor del Consejo Federal de Inversiones, ha trabajado en radiocomunicaciones y energías renovables. Comenzó luego a trabajar en mediciones meteorológicas, asociado a su actividad aeronáutica, ya que es piloto civil de avión y planeador.
Posee un grupo que participa en una red de profesionales por la energía sostenible, donde trabajan en satisfacer diversos requerimientos para Neuquén, también en el ámbito privado, ayudando a las empresas en la transición y eficiencia energética y la gestión de ingeniería y de la energía.
Contribuye al desarrollo espacial, a través de la Asociación Argentina de Tecnología Espacial, dónde es coordinador del área Patagonia. Organizan cada dos años el Congreso Argentino de Tecnología Espacial, para insertar a Neuquén, a través de varios proyectos que han llevado adelante, en el desarrollo espacial. (Fuente: Diario Río Negro)