La Universidad de Flores nace en 1994 con dos valores institucionales, uno vinculado al eje socioambiental y el otro al psicosocial. El licenciado en economía Christian Kreber, que se desempeña como vicerrector general de la institución, menciona que tienen un “perfil humanista, existe un trabajo vinculado a la calidad de vida y al cuidado de las personas, las carreras y las propuestas de investigación y extensión están atravesadas por estos valores”.

En cuanto a la inserción en la región y la demanda por las carreras de ciencias de la salud señala que “inician su recorrido en el año 2014, la escuela se fue consolidando con tres propuestas académicas de grado, más otras en formación continua y posgrado, se han consolidado a lo largo de los años y han sido las carreras más demandadas que tiene la universidad, para nosotros es uno de los ejes prioritarios en la Norpatagonia”.

Al respecto, dijo que “la salud es un área de mucha vacancia territorial, tiene desafíos por delante, en los cuales el trabajo articulado que debemos hacer con las autoridades ministeriales provinciales es sumamente necesario, también con los actores prestadores del sistema de salud para poder desde la universidad hacer nuestro aporte como actor social con la formación de profesionales, observando a Neuquén como un polo de salud que se posiciona como referente de la Norpatagonia, nos orientamos a las carreras auxiliares de la profesión médica, atravesadas por la innovación y la tecnología”.  

En cuanto al Laboratorio de Ecología de Bordes, expresa que “se inscribe dentro de la Facultad de planeamiento socioambiental, con la carrera de arquitectura, es uno de nuestros institutos de investigación, el ambiente es una de nuestras áreas estratégicas en investigación y este laboratorio trabaja temas vinculados a la planificación urbana, a las áreas de borde de la ciudad, esa interfaz entre lo periurbano y lo urbano, los espacios verdes, las riberas de los ríos, la meseta y todos temas que son parte de una agenda sumamente necesaria”.

Ello se vincula con los objetivos del desarrollo sostenible, la universidad es firmante del pacto global desde 2015 y produce anualmente su reporte cumpliendo con esa agenda, “uno de los ejes transversales es el de cambio climático, nuestras ciudades en el área metropolitana de la Confluencia se ven afectadas, por ello, está dentro de la formación académica de nuestros profesionales”.

Subraya la importancia del Polo Científico Tecnológico de Neuquén capital, “estamos muy entusiasmados porque creemos que es una necesidad, una gran iniciativa para la ciudad y la región, desde nuestro aporte, creemos que, trabajar en temas de salud y de ambiente, son dos verticales que vamos a llevar y también vinculado a lo social”. Agrega que también tienen “un aporte desde las carreras de psicología y de sociología, es muy interesante esa interacción entre la tecnología y las problemáticas sociales”.